viernes, 12 de octubre de 2012

La política y la convivencia en mi país: Venezuela

Fue 1998, recién cumplía 20 años, cuando el candidato a la presidencia era Hugo Rafael Chávez Frías, lo escuché hablar en varias oportunidades desde antes de ese año hasta mucho después, pero para el momento de votar sabía, que aunque no me gustara su discurso era lo que el país necesitaba lo califiqué como "Un mal necesario". Pasaron los años, su campaña en la que dijo que no sería socialista, fue un montaje con el tiempo, fue agregando solvente para que pocos lo notaran o por lo menos así lo creyeran. Para cuando me graduaba en la Universidad de comunicadora social, ya había tenido que analizar la ley de contenidos que quería aprobar en los medios tradicionales de radio y televisión. 

Sus medidas en cuanto a estos medios, parecían sensatas, que los niños vieran otro tipo de televisión: más educativa, que estuvieran expuestos a menos violencia en la televisión; y muchos se preguntaban, pero si los niños muchas veces huyen de la realidad a través de la televisión; porque a excepción de algunos pocos que tienen dinero, aquí la mayoría somos pobres. 

Su discurso cada vez tendía más a la separación de los venezolanos, dijo alguna vez: "Quien no está conmigo está contra mí", en otra oportunidad "A quien no le guste que se vaya"; y yo decía: ¿Pero y si no tengo para irme cómo hago? Y no sería yo sola la que no tenía, sería una gran cantidad de venezolanos. Personas que hemos escuchado durante años adjetivos como: "Oligarcas", "Escuálidos", "Capitalistas", "Pitty-Yanquis", entre otros que tocan lo peyorativo. Muchas palabras de descrédito, desmérito hacia quienes no piensan igual a él. Porque no se trata de ayudar a otros países; es cierto si podemos hacerlo ¿Por qué no?, tampoco de no ayudar a quien les ha costado más estudiar, ¿Por qué no?. Se trata de que los venezolanos hayan desplazado su unidad familiar hacia la lealtad de un presidente. 

Hijos enfrentándose a sus padres, esposas y esposos peleados, amigos de años sin hablarse, por años de discurso que de separación. Porque unas personas de una política antigua actuaron de un modo específico, se crearon dos bandos, a quienes él mismo bautizo: los revolucionarios y la oposición. 

No se puede negar, es una persona muy habilidosa para el manejo de medios: para el 2007 en el estado Zulia existían los siguientes canales de televisión: Urbe TV, Global TV, NCTV, Tele N, Telecolor, City TV y uno o dos más que ahora no recuerdo su nombre, todos eran canales independientes de información variada, con excepción a NCTV, que siempre ha tenido una política apegada a los patrones de la iglesia católica. Para el 2010, URBE TV dejó de existir, Global TV sigue en pié ya que se consolidó como un canal "Opositor"; NCTV sobrevive, Tele N fue vendido y pasó a ser Coquivacoa, canal con un fuerte contenido político y tendencia izquierdista), Telecolor que tiene señal abierta, City Tv (no existe), sus instalaciones fueron adquiridas para formar Catatumbo TV, otro canal con fuerte contenido político de izquierda, Zuliana de Televisión, se declaró en quiebra. Y entonces ante estos hechos, no hay que cuestionar ¿Esta generando más empleo la política de separación?

Mi experiencia se resume al occidente, a Maracaibo, un poco del Zulia, Falcón, tal vez algo de Mérida. Probablemente a otros estados les ha ido mejor, pero en realidad durante mis estudios, que fue el período de radicalización del presidente y sus seguidores, soporté empujones por llevar una cámara fotográfica, me llegaron a tiras piedras (cuando yo cumplía una asignación para una materia), ser perseguido, sin siquiera estar ganando un centavo ejerciendo mi carrera o haber abierto la boca en contra de alguien. Los seguidores del presidente, nos etiquetaron como enemigos, por pensar diferente. Mi vecina es "Chavista", yo la saludo y no me contesta de vuelta; como si le hubiera hecho algo. Recientemente visité Trujillo, y ¿Qué decían? Allá van los maracuchos que se creen mucho, porque no quieren a Chávez, ¿Ah? Si este país ha sido pacífico, amable, ahora... ¿Nos insultamos entre nosotros, sin sentido, ni razón?

Y estoy escribiendo, sobre los detalles de convivencia de la revolución, no estoy profundizando en los grandes temas, para no caer en querellas ideológicas. Pero ahora, que surgió un líder que quiere trabajar para todos, han seguido los calificativos negativos, la llamada "oposición" salió a votar, resultamos siendo menos y después de aguantar 14 años de insultos, menosprecios y desméritos, pues se está dando el ejemplo de aceptar que quienes nos insultaron son más. 

Ahora bien, para que un insulto tenga efecto hay que darse por aludido. Y como yo no me opongo al trabajo, ni a ser compasivos pues no hay problema. Pero pienso que obligado nadie quiere nada y en eso no estoy de acuerdo con las políticas de la tendencia socialista actual. Entiendo que para que su plan surta efecto, necesita imponer, pero que lo entienda no me hace estar de acuerdo, ni mucho menos hacerme una víctima de un sistema anterior o una víctima de éste y me aleja más al querer conquistar casi la mitad de un país a insultos. 

Pero bien, Henrique Capriles quiere luchar por los 14 millones (aproximando) que votamos el 07 de octubre y yo me digo: ¿Cómo hacer que 8 millones escuchen a otro líder a quien han descalificado por tanto tiempo? Hay esperanza pero no se puede caer en la ilusión. Hay que trabajar y mucho, desde la proactividad para pujar a un país que sea de todos, que genere empleos y buenas ideas para empresas nuevas, recuperar las anteriores y para educar en valores, no seguir escuchando a niños contestar ante la pregunta ¿Qué quieres ser cuando seas grande? - Malandro. Pienso que ningún país en el mundo quiere que la esperanza de su siguiente generación esté mancillada de esa manera.

En Venezuela, hay que dejar de etiquetar y escuchar realmente la necesidad de la otra persona, "no hay una oposición mala" que quiere quitarle la leche a un niño de bajos recursos, no, hay una "oposición" que quiere que haya leche suficiente para todos. Que disminuya el contrabando de gasolina, pero no a expensas de controlar lo que nosotros consumimos (No es mucho lo que podemos consumir de gasolina, no hay dinero para viajes o tiempo, hay que trabajar) no, hay que controlar el contrabando castigando a los infractores. En fin, hay que realmente creer en el país para sacarlo adelante y eso quiere decir, que hay que creer en su gente, en el amigo, en el vecino, el compañero de clases, el profesor, el rector, las instituciones, dejar de sembrar desconfianza y construir un país para todos, porque ahora todos somos pobres, a excepción de quienes eran ricos que siguen siendo ricos, mientras que el socialismo ha aplastado a los que trabajamos para tener un poquito de estabilidad o más variada educación. 

Entiendo, en Venezuela somos muy jóvenes, pero dicen que las nuevas generaciones nacen aprendidos, entonces, a realmente reflexionar sobre lo que escuchamos en los medios, a pensar en las consecuencias de un socialismo, del capitalismo, de la contaminación y llevar la educación a la comunicación de día a día, hora a hora, entonces tal vez así, nos podamos comprender. No se trata de defender egos particulares, sino de construir un país para la mejora de las condiciones de todos, no defiendas a Chávez, no defiendas a Capriles, defiende a Venezuela, defiende tus principios, haz el viaje de comprender lo que necesitas y entonces descubrirás que tu prójimo necesitaba lo mismo. Esta reflexión no tiene que ver con una política o la otra, sino con la agresividad verbal que desde hace años ha venido aumentando entre nosotros, la violencia, la inseguridad, los secuestros... ¿Cómo sueñas tu vida? y ¿En qué país es tu sueño posible? 

1 comentario:

  1. Me ha parecido una columna muy tierna, donde veo un gran espíritu por traer el cambio desde el ser consciente de los problemas que las personas tenemos en la vida. Sobre todo,veo en tus palabras un buen reflejo de la vida de tu país. Te pregunto qué opinas hoy de la situación venezolana y de Maduro? ¿Cómo aceptas, sí lo haces, las nuevas leyes económicas que dan al presidente tantísimos poderes?
    Un cordial saludo,desde Valencia. España.

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