agosto 2012 - por mayo |
Maracaibo tiene una bonita tradición católica. La fe en la Virgen de la Chiquinquirá, quien en algún momento de su historia quiso ser mudada de "San Juan de Dios", nombre oficial de su templo y no permitió que nadie la moviera. Se hizo pesada, tan pesada que varios hombres no pudieron sacarla.
Desde entonces, es casa de la Virgen, la Basílica de Maracaibo; ubicada al final del "antiguo" Paseo Ciencias, la Basílica gobierna el centro comercial de la ciudad frente al monumento erigido a la imagen de "La Chinita" y al otro lado de la iglesia azul de Santa Bárbara.
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Dejando a un lado los datos históricos, entrar en la Basílica es una experiencia individual, que cada quien, de acuerdo a su credo e ideas puede disfrutar. Genera sensaciones de tranquilidad, paz, alegría, llanto, es un edificio muy rico en los efectos que produce. Sin embargo hay algo, en lo que se podría coincidir, es el ambiente de igualdad, bajo sus hermosas cúpulas todos somos hermanos, hay cercanía entre las personas, entre el sacerdote, entre la Virgen y su feligresía. Es una iglesia clara, la luz entra por sus amplias puertas, iluminando los colores claros que visten sus paredes.
Cada arco tiene detalles, el techo decorado, se puede decir es una iglesia familiar, donde los lazos de los miembros de la sociedad se pueden estrechar. En sus cercanías, generalmente hay vendedores ofreciendo estampillas de la virgen, collarcitos y mercancía con imágenes de la Virgen y de Jesús de la Misericordia.
Quien viva en la ciudad y no la conozca, tome media mañana o tarde y visite la casa de la Señora de la Chiquinquirá, es algo diferente que hacer en la ciudad. Vaya con una perspectiva curiosa, observando y escuchando. Si tiene vehículo, la Basílica tiene disponible un estacionamiento del lado derecho, está protegido con cerca de ciclón y un equipo de 3 ó 4 vigilantes.
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Ahora bien, si quieres visitarla durante la Feria, no olvides ir al Amanecer Gaitero, donde agrupaciones musicales le dedican a la Virgen, su música, su trabajo y su devoción. Llegan a la ciudad muchos turistas, se reúnen cientos de personas a rezar a la Chinita, se cumplen promesas y se da gloria a Dios a través de la advocación de la Virgen María, tallada en la famosa tablita, que según cuenta la historia, fue encontrada por una señora humilde que la usaba para lavar y que un día vio luz en la tablita, luz que desvelaba la imagen de la Virgen sobre una media luna. (primera foto)
Conócela, es parte de la cultura del occidente de Venezuela. Cada 18 de noviembre se celebra el día de "La Chinita", la feria inicia desde la noche anterior, aunque es costumbre en la ciudad iniciar semanas antes con actividades de recreación, eso sí, hay mucho consumo de alcohol, así que cuidado al salir. Vive una feria de la Virgen de la Chiquinquirá y no lo olvidarás.
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